Proyectos de conservación de la biodiversidad
Testimonios
Rafael Zamora
Biólogo Especializado en Zoología. Director Científico de Loro Parque Fundación
"Tuve la ocasión de encontrarme con esta especie, por primera vez, en la zona de Toche en el Tolima. En medio de la niebla y a primera hora de la mañana. Sin casi producir sonidos, unos seis ejemplares de loro orejiamarillo volaron por encima de nuestras cabezas. Ese encuentro silencioso, en uno de los paisajes más impresionantes que existen en el planeta, donde más de 600.000 majestuosas palmeras de la cera se muestran en medio de indescriptibles brumas, podría definirlo quizás como una de las experiencias ornitológicas más importantes que puede tener un investigador de campo. Sin embargo, la vivencia llegó mucho más allá, puesto que sólo viendo a este loro orejigualdo en su hábitat, se puede entender lo importante que es el ecosistema en el que vive. Me quedaba claro que su protección depende de este entorno único y maravilloso que no sólo son palmeras que pueden superar los 60 metros de altura, es toda una amalgama de vegetación y vida, hogar de estas especies y de muchas otras aves"
Hernán Arias
Biólogo, ornitólogo y guía internacional de birdwatching
“Hace aproximadamente 15 años visitamos Roncesvalles con un amigo y nuestro mentor en ornitología de la universidad. El objetivo principal del viaje era conocer el loro orejiamarillo y el trabajo de conservación que estaba desarrollando Proaves en la zona. Fue un viaje de cerca de 8 horas por una carretera en muy mal estado, pero valió la pena. Visitamos una de las zonas de dormideros y nidos, que en su momento era la colonia más grande conocida en el país. Fue espectacular verlos por primera vez llegar en el atardecer a las palmas y tenerlos muy cerca. Esa tarde vimos cerca de 80 individuos”.
“Por otra parte, hace aproximadamente 8 años en la reserva Giles-Fuertesi en Anaime, durante uno de mis primeros viajes de entrenamiento como guía de aviturismo,. En ese momento estaba con quien me estaba “entrenando” y un turista. Vimos un grupo volando lejos, no fue la mejor de las observaciones, pero fue un momento importante para el tour, un “lifer” para todos”.
Eugeni Capella
Biólogo, birdwatcher, con más de 6000 especies de aves vistas en todo el mundo
“El 16 de marzo del 2016 ya llevábamos casi un mes pajareando en Colombia y el único loro orejiamarillo que había visto era el bordado en la gorra de Dave, mi colega americano que tampoco lo había visto en su anterior viaje. Desde Villavicencio fuimos a Cubarral en autobús y después de subir unos minutos en carro tuvimos una larga caminata hasta la casita de la reserva de las Palmeras. Aunque pensábamos pajarear durante la subida, la cuesta era demasiado dura para nosotros y además estábamos impacientes, ya que queríamos llegar antes de que los loros aparecieran, si teníamos suerte. Pero llegaron, ocho de ellos revolotearon y volaron un buen rato entre las palmas de cera que teníamos delante de la casita, sin electricidad, pero con loros. No buscamos más aves, nos esperamos hasta el anochecer disfrutando del espectáculo, mientras ellos parecía que se explicaban cómo iban a dormir”.
David Bejarano “Truman”
Biólogo, fotógrafo y guía de alta montaña
“Bien por tratarse de especies endémicas y con cierto grado de rareza, despiertan un interés en conocerlas, en mi caso fue simultáneamente el conocerlas a ambas. Esto fue en el año 2016 en Anaime, en una salida fotográfica. No sé por qué antes no había organizado una expedición para ir a buscarlas; quizá porque me había enfocado en Bolborhynchus ferrugineifrons. El sentimiento y emoción al verlos fue muy grande; el conocerlos y poderlos registrar fotográficamente, además, fue muy calidoso. Al loro orejiamarillo me lo imaginaba más pequeño y menos cantidad de individuos; al contrario, me imaginaba ver más individuos de loro de Fuertes. Actualmente me emociona mucho ir a buscarlas, verlas y registrarlas con mi lente, las disfruto mucho. En ocasiones dejo a un lado la cámara para sólo contemplarlas y disfrutarlas”.
Milles Mc Mullan
Pintor, ornitólogo y autor del libro Field Guide to the Birds of Colombia
“Me recuerdo bien de primera vez que vi al loro de Fuertes. Ya llevaba 2 años viviendo en Colombia cuando vi por primera vez la que es posiblemente la especie más amenazada y escasa del país: el Loro de Fuertes. A 3500 msnm, en la cordillera central del Tolima, a las 6 am, una banda de ocho aves me pasó por encima de la cabeza, aterrizó a unos 10 metros y empezó a alimentarse con su comida preferida, la fruta del muérdago. Justamente alguien me había preguntado a principio del tour cuál era la especie que más quería ver y dije que Hapalopsittaca fuertesi. Quise bailar de alegría, pero no pude, pues las aves estaban muy cerca y no quería espantarlas. Nunca pensé en que las vería tan cerca”.
“Cuanto al loro orejiamarillo, lo vi por primera vez en 2010 en la cordillera occidental. Llevaba 3 horas acostado en el césped esperándolos debajo de una palma de cera donde se notaban los huecos que usa esa especie. A las 4 de la tarde empezaron, entre muchos chillidos, a llegar los loros, dejándome boquiabierto”.